Mi problema con el Chavo

El Chavo del 8 es conocido como el mejor programa cómico latinoamericano, no conozco a una persona de acá que nunca lo haya visto. A muchos les saca carcajadas, a mi también pero más me pone triste.

Creo yo, es la serie más cruel que he visto en toda mi vida. El niño huefano, que sobrevive mágicamente y le toca vivir en un barril. Si es cierto que sus panas de la vencidad le quieren y le acolitan, pero al final el pobre Chavo está sólo. Ayer veía el capítulo en el que se van todos a vivir en la casa del Señor Barriga, porque están reparando la vecindad o algo así. El Chavo se queda a dormir con Ñoño y al rato de irse a dormir el man le quiere prestar una pijama y el Chavo ni siquiera sabía que era una pijama porque, obviamente, el man dormía y vivía con la única parada de ropa que tiene siempre puesta. No pude más de la pena y se me fueron par lágrimas.



Y así siempre, el capítulo de Acapulco es aún más cruel, o en el que le gritan todos ¡RATERO!. Es buena serie, los actores y los guiones son obras maestras de la comedia, pero no puedo evitar ponerme a pensar en que tantas generaciones nos hemos reido de un niño huerfano que no tiene ni donde vivir ni como comprar sus tortas de jamón.