mare

Abro los ojos y puedo ver el mar, siento en los pies la espuma de una ola agonizante en la orilla, a la brisa golpear levemente mi rostro. Los abro, pero ahora veo las luces y la nube densa de humo y respiración entrecortada del baile, alguien me pasa una cerveza y paso el sabor de los lúpulos nobles con cierto gusto. Cierro los ojos y siento que estoy dentro del agua, dejo que la marea me lleve hasta que la orilla se ve muy pequeña... contengo la respiración. Dejo que mi cuerpo se hunda. Abro los ojos y se que estoy en el fondo, de dónde no hay salida aparente entre tantas almas perdidas, escondidas entre sonrisas falsas noctambulas.