Recovering & Renovating

Mala calidad

Todo lo que se hace se paga, en sudor, malos pagos y lágrimas. Que triste. Siento como si el tiempo no hubiera pasado, no hubo un cierre. Todo se queda en el mismo pantano, imposible de salir, cual dinosaurio mismo. Pero allá dónde siempre los atardeceres parecen ser siempre espectaculares, las noches llenas de estrellas que no son molestadas por los focos de indignos habitantes, ese lugar del que reniego siempre pero al final me saca de mi muy acostumbrado cuerpo citadino, ruidoso e hiperactivo, he llegado a varias conclusiones. Gracias a la arena andina y a caminar lejos en la nada, rodeando los árboles de capulíes que servían de fortín en esa infancia que cada vez me parece más lejana y borrosa. Darme cuenta a lo lejos quienes se quedan y quienes se van, que debo hacer, qué pasa si. Ya nada, ya está hecho, ya pasó el bajón de esa fecha que dejó de ser la única esperanza. Deje yo de perderme en otros y en cosas, vamos ahí mujer, realízate. La única consigna de este nuevo ciclo de tiempo desfasado es no tener miedo: a las agujas, al dolor, a la libertad, a la soledad, a perderte, a borrar recuerdos, a la percepción, a la crisis, a saltar el charco, a hablar de verdad.

Porque en esos momentos donde escasean los diablillos, los amigos, el vino, donde no hay ni si quiera un novio al que llamar encima se nos viene esto:

"Que hermoso que pienses en venirte acá, pero he decidido dejar Londres para irme con ella a viajar por Asia, quién sabe y nos topamos por ahí"

*Y empezamos el fuckin' 2009